Anderson, la eterna promesa del United, cuelga las botas

Anderson Luís de Abreu Oliveira es uno de esos jugadores que en su momento dieron mucho de qué hablar, pero que en la actualidad está en paradero desconocido. El talentoso mediocentro brasileño que ganó el premio Golden Boy a jugador joven revelación, fichó en 2007 por el Manchester United, que pagó 31 millones de euros por sus servicios.

Jugó 75 minutos como red devil en sus dos primeras temporadas, incluso llegó a disputar y a anotar un tanto en la final de la Champions League de 2008 que su equipo ganó, pero con el paso del tiempo su protagonismo fue decayendo. Su falta de compromiso con el equipo y sus constantes faltas de disciplina acabaron por condenarlo, y tuvo un paso fugaz por la Fiorentina después de abandonar Manchester. De ahí viajó al Internacional de Porto Alegre, donde disputó dos buenas temporadas, para acabar en el Adana Demirspor turco tras haber pasado por el Coritiba, al que llegó con 30 años.

El presidente de su actual equipo ha declarado que "Decidió dejar el fútbol, rebajarse su sueldo a 400.000 euros y seguir ligado al club". De nuevo un jugador que podría haber marcado una época, pero que no se dio cuenta del potencial que tenía. Algo que parece incomprensible de un futbolista que compartió casa con Cristiano Ronaldo y Nani, conocidos por su dedicación al fútbol, y de los que el propio Anderson dijo que "vivir con ellos era trabajar 24 horas al día".