Con la marcha de Cristiano Ronaldo, Florentino Pérez envió un sonoro mensaje a la plantilla del Real Madrid. El club blanco no está dispuesto a comprometer su estabilidad financiera por las demandas salariales de un futbolista, sea cual sea su nombre. Cuando Pérez aprobó la venta de Cristiano, ganador del Balón de Oro en múltiples ocasiones, dejó claro que ningún jugador en similares circunstancias doblegaría la política económica del club.
Actualmente, Sergio Ramos y Luka Modric, dos hombres que también han sido fundamentales en los éxitos internacionales del Madrid, esperan alcanzar un acuerdo con los dirigentes para ampliar sus contratos a partir de junio de 2020.
El ejemplo de Cristiano debe ayudar a ambos. Ni Ramos, ni Modric, ni sus representantes deben llevar la negociación al límite como hicieron el delantero portugués y su agente, Jorge Mendes. La edad convierte a Ramos y Modric en futbolistas prescindibles a medio plazo. El central habrá cumplido 34 años cuando termine su actual contrato, mientras el centrocampista se aproximará a los 35.
Cabe recordar que Cristiano tenía 33 años y era el vigente Balón de Oro cuando salió del Madrid. Florentino no va ‘de farol’ y no acepta excepciones en la política económica del club. Esta lección debe ayudar a Ramos y Modric, que ya conocen las reglas del juego tras el ‘caso Cristiano’.