Javi Sánchez tomó la decisión el pasado verano de salir en calidad de cedido al Real Valladolid, todo ello con el objetivo de tener las oportunidades que parecían imposibles en el Real Madrid a las órdenes de Zinedine Zidane, que contaba en plantilla con cuatro centrales tras la llegada de Éder Militao, dejando al joven canterano con la necesidad de salir en busca de minutos.
Valladolid a priori era un destino ideal para Javi Sánchez, con un equipo que había perdido a Calero tras su marcha al Espanyol, teniendo el cuadro blanquivioleta la necesidad de hacerse con un central de garantías, lo que hacía pensar en lo mejor para el desarrollo del jugador de 23 años, pero una lesión antes del comienzo del curso cambió por completo el escenario del canterano del Madrid, ya que desde entonces, su participación en el conjunto que dirige el ex jugador Sergio González se ha reducido a 90 minutos en el partido de Copa del Rey ante el Tenerife, lo que deja al jugador en una situación muy delicada de cara a la próxima temporada.
Sánchez salió en busca de minutos después de un año en el que tuvo varios partidos en el primer equipo del Madrid, dejando muy buenas sensaciones que hacían pensar en la cesión como un paso más para acabar siendo una pieza importante de la defensa del club blanco en un futuro a corto plazo, pero la falta de minutos en el Valladolid cierra por el momento la puerta del Santiago Bernabéu para un jugador que deberá buscar el próximo verano un nuevo préstamo para intentar ganarse a distancia la confianza de Zidane.