Por desgracia, el Calcio ha vivido una jornada más un caso de racismo sobre un futbolista. En este caso, el damnificado ha sido Mario Balotelli. El Verona-Brescia tenía pinta de ser un partido insulso, y ojalá lo hubiera sido. Porque el motivo por el que se habla de este encuentro es de lo más desagradable.
El futbolista de origen ghanés ha amenazado con abandonar el terreno de juego por culpa de los cánticos racistas de una parte de la afición local del Hellas Verona. Corría el minuto 55 cuando Balotelli paró el partido mientras estaba en posesión de la pelota cerca del banderín de córner. Agarró el balón con las manos y lo lanzó con violencia hacia las tribunas de la Curva, donde suelen situarse los ultras del Hellas Verona. “SuperMario” se encontrab fuera de sí, muy caliente, fue acercándose a túnel de vestuarios y el árbitro del encuentro, que al principio había amonestado al delantero italiano por 'mano', retiró su tarjeta tras enterarse de lo ocurrido.
La intervención de sus compañeros, rivales y el árbitro le hicieron desistir de sus intenciones, pero el partido estuvo detenido cerca de cinco minutos. Cabe destacar, que otra parte de la grada reaccionó coreando el nombre del exinternacional transalpino, que cerró la tarde marcando el gol que permitía recortar distancias a su equipo (2-1). Italia sigue viviendo con mucha fuerza los casos de racismo que no terminan de erradicarse y comienza a ser costumbre en los estadios de fútbol. Mientras tanto, jugadores, equipos e instituciones siguen pidiendo remedios ante una federación que continua sin poner medios convincentes ante un caso que parece irrisorio en pleno siglo XXI.