La situación en el RC Celta de Vigo es, cuanto menos, curiosa. Con solo siete puntos en su casillero y el equipo en puestos de descenso, el técnico Rafa Benítez ha pasado de estar en entredicho a convertirse en una posible solución para los problemas que aquejan al conjunto vigués en su año centenario.
El peor inicio de temporada en 80 años no parece ser motivo suficiente para poner en duda la posición de Benítez ante la presidencia del club celeste. Al contrario, cuenta con un sólido respaldo que incluso podría desempeñar un papel más importante de cara a la próxima temporada: el de mánager general del Celta, al estilo inglés. Esta propuesta está sobre la mesa de Marian Mouriño, la nueva presidenta del club, según fuentes confiables.
Benítez ha mencionado recientemente en una entrevista que, por ahora, se ve como entrenador y se centra en esa función. Sin embargo, sabe que cuenta con la plena confianza de la presidencia del club y es una de las alternativas que Mouriño contempla para reestructurar la dirección deportiva del Celta de Vigo, una estructura heredada de su padre.
Luis Campos podría marcharse en los próximos días
La dualidad de Luis Campos, coordinador deportivo y asesor externo en materia deportiva, no parece convencer del todo a la nueva presidenta, especialmente después de un mercado de verano que no cumplió las expectativas. Esto podría abrir la puerta a Benítez, quien, según cuenta Estadio Deportivo, estaría dispuesto a tomar un papel más activo en el club, aprovechando su experiencia en la Premier League.
El Celta ya está trabajando en el mercado de enero, teniendo en cuenta las necesidades de refuerzo, desde el centro del campo hasta la defensa. La confianza en Benítez es evidente, respaldada por el contrato que firmó por tres temporadas con un salario de cinco millones de euros brutos al año. Esto explica por qué se ha mantenido la paciencia con el entrenador a pesar de los resultados negativos.