El futuro de Xavi Hernández en el banquillo del FC Barcelona está en entredicho. Según informes de RAC1 y la Cadena COPE, varios miembros de la directiva del club están considerando su despido al final de la temporada de LaLiga. Esta noticia sorprende, especialmente después de que se había confirmado la continuidad de Xavi para la próxima temporada y el presidente Joan Laporta había expresado su confianza en él.
Xavi había presentado su renuncia tras la derrota contra el Villarreal, pero luego decidió continuar hasta el final de su contrato en el verano de 2025. Sin embargo, parece que la directiva del Barcelona ha reconsiderado su postura debido a los recientes fracasos deportivos y declaraciones del técnico.
Una temporada complicada a nivel de resultados
La temporada ha sido complicada para el FC Barcelona, que fue eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey por el Athletic Club y en la misma fase de la UEFA Champions League por el PSG. Además, el equipo se encuentra en la segunda posición de LaLiga, por detrás del Real Madrid, que ya se ha proclamado campeón.
Uno de los factores que ha llevado a esta situación son las declaraciones de Xavi antes del encuentro contra el Almería, donde habló abiertamente sobre la mala situación económica del club y la dificultad para fichar a los jugadores que él desea. Estas palabras no fueron bien recibidas por algunos miembros de la directiva, que consideran que han afectado negativamente la imagen del club y generado incertidumbre.
La directiva del Barcelona enfrenta un dilema: mantener a Xavi y apostar por la estabilidad a largo plazo o buscar un nuevo rumbo en busca de mejores resultados. Con la temporada llegando a su fin, la decisión sobre el futuro de Xavi se torna crucial para la planificación de la próxima campaña y el rumbo que tomará el proyecto deportivo del FC Barcelona.
En las próximas semanas, se espera que el club tome una decisión definitiva, mientras los aficionados permanecen expectantes ante el posible cambio de entrenador. La incertidumbre en el banquillo azulgrana refleja la tensión y los desafíos que enfrenta el Barcelona en un periodo de transición clave para su futuro.