
El próximo verano finalizará una de las cláusulas del contrato de traspaso de Iker Casillas al FC Porto por la que el Real Madrid se había comprometido a abonar la mitad de su salario hasta la temporada 2017/18. El meta español tiene un salario bruto anual de cinco millones de euros, cifra que el club portugués no es capaz de asumir por sí solo y que rompería la política de recorte salarial que ha decidido tomar para mejorar su situación financiera.
Según informa el diario luso 'A Bola', la prioridad de Casillas es continuar en su actual club, pero todos los focos se centran ahora sobre la directiva del Porto y la duda de si estarán dispuestos a hacer un sacrificio económico por su portero titular. A priori, las opciones existentes pasan por tratar de convencer al español de que acepte una reducción salarial o que se busque un nuevo club.
Por interesados en Iker Casillas no va a ser. Equipos de la MLS estadounidense y el Marsella francés se han interesado por su situación recientemente, pero hasta que no se produzca una reunión entre el guardameta y la directiva portuguesa al término de la competición oficial no se producirán movimientos.