Realmente, el fichaje de Robinho por el Santos ilusiona. Y lo hace porque se trata de un jugador cuya calidad no contiene límites, cuyo futuro podría haber sido el estrellato, pero que acabó en nada por las malas decisiones y por la vida extradeportiva que decidió llevar.
Ahora, con el regreso a la Serie A brasileña que le vio nacer, básicamente esta es la última oportunidad para volver a ofrecer un rendimiento reseñable. The last dance, si fuera un documental de Netflix. En su cuarta etapa como jugador del Santos (se dice pronto), pocos contextos más favorables para el jugador que este Brasileirao, donde poder dar rienda suelta a todo el talento individual y la calidad pegado a banda.
Pero lo realmente sorprendente más allá de lo meramente futbolístico el hecho de que Robinho vaya a cobrar un salario que parece más semanal y en trabajos de mano de obra física como la albañilería, que de un futbolista profesional.
Tal y como indicó BeSoccer en el día de hoy, Robinho cobrará un salario casi simbólico para la Serie A. El Santos le pagará 1.500 reales brasileños al mes, que en el cambio de moneda supone unos 229 euros. Si bien es cierto que el jugador podría obtener otros réditos a través de una serie de objetivos, no deja de sorprender este hecho tan llamativo pero que es real.