Ramos desmonta la pobre táctica de Setién en el Barça

El sevillano desgranó cómo silenciar a Messi y hacer que este Barcelona no fluya

Charly Rodríguez | 2 Mar 2020 | 11.12
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Ramos desmonta la pobre táctica de Setién en el Barça. Foto: Getty
Ramos desmonta la pobre táctica de Setién en el Barça. Foto: Getty

Un Clásico más, el Real Madrid volvió a dejar silenciado a Leo Messi y por quinta vez consecutiva, el argentino se marchó en un duelo ante los blancos sin marcar ni dar pase de gol. Su última diana en un Clásico fue en mayo de 2018, por lo que pasarán más de dos años sin que Leo sepa lo que es marcar al Madrid, a menos que la Champions esta temporada diga lo contrario. Que Messi ante el Madrid sea menos Messi no es fruto de la casualidad. De hecho, ayer Sergio Ramos, quizá engrandecido por el resultado, dejó caer parte de la táctica del equipo merengue para "enjaular" al 10 azulgrana, algo que viene siendo habitual en los últimos tiempos.

Desde que Neymar se marchara del FC Barcelona, el juego de ataque culé se ha vuelto más que evidente. En los dos últimos años, todo pasa por la inspiración que tenga Messi o el acierto de Suárez de cara a puerta, siendo el uruguayo el único que arrastra defensas, además de Leo. Sin el pistolero en punta, el juego ofensivo del Barça no es que sea previsible, es que desaparece por completo si las defensas rivales hacen marcaje férreo a Messi.

Ramos, en 30 segundos de declaración, desgranó el cambio de táctica realizado por Zidane en el segundo tiempo y que sirvió para superar a Setién. "En la segunda parte cedimos el balón al Barça. Nos encerramos atrás y esperamos cogerles con alguna contra. Cuando estaban en su campo, salíamos a apretarles arriba la salida de balón y nos salió bien. (...) Respecto a Leo, tanto Casemiro, como Varane y yo, hacemos más hincapié en él porque cae en nuestra zona para no dejarle hueco porque te la puede liar", explicó el sevillano.

Dos ajustes simples, ceder la pelota al Barça, sabiendo que con Setién su transición de pases es muy lenta, apretar arriba cuando tienen ocasión y enjaular a Messi, sabiendo que es por quien pasa todo el juego de ataque de este equipo. El resultado, claro. No es el primer equipo que le juega así. El Nápoles se hubiera ido también con una victoria de no ser el gol de Griezmann. Ayer, nadie en ataque encontró inspiración y los mano a mano que tuvo Leo, los paró Courtois.

Quique Setién llegó al Barça prometiendo jugar bien y brindando nuevas ideas al estilo azulgrana. Dos meses después, los aficionados culés se encuentran con un equipo sin ideas, con Messi cabizbajo casi cada partido, donde los pases y pases y pases no conducen a nada y dirigiéndose todos hacia una temporada que probablemente marcará un antes y un después en la historia reciente del Barcelona y no por los éxitos, precisamente. Lo de ayer volvió a dejar claro que el Barça necesita alguien en la delantera que centre la atención, aparte de Messi y un cambio de estilo, desde la directiva al entrenador, ante un equipo que parece llevar un par de años muerto.