Rubén Castro, historia viva del fútbol español

El delantero canario no se cansa de batir récords

Juanlu Rodríguez | 9 Feb 2020 | 14.20
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Estadio Deportivo
Estadio Deportivo

A nadie pilla por sorpresa cuando se menciona a Rubén Castro como leyenda del Betis. Sin embargo, llama más la atención cuando se destaca al canario como mito de LaLiga. Y es que, el delantero canario, que este sábado anotó en la derrota de Las Palmas ante el Cádiz en su estadio, alcanzó los 228 goles entre los anotados en Primera y Segunda división, e igualó lo conseguido nada menos que por el madridista Raúl González Blanco, octavo máximo goleador en la historia de las dos competiciones, según @LaLigaenDirecto.

De esta forma, el delantero canario se pone a la altura de uno de los delanteros más importantes de la historia del fútbol español, y esta temporada todavía podría seguir escalando posiciones pues tiene a tiro a Hugo Sánchez, que firmó 234 tantos, Manuel Fernández Fernández 'Pahiño', con 235, o César Rodríguez, 236. Lejos están ya Zarra, que sumó los mismos que Quini, 281, Cristiano Ronaldo, con un total de 311, y Leo Messi, con nada menos que 433 dianas. Una auténtica barbaridad, que sirve para situarse entre los mejores delanteros en la historia del fútbol nacional.

En el Real Betis lo valoran como merece, donde Rubén acabó convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del club, firmando 147. De hecho, este mismo verano le realizaron un homenaje, agradeciendo su trayectoria, aunque el mito verdiblanco no pudo jugar por lesión. A los 228 que el de la Isleta ha anotado entre Primera y Segunda división habría que sumarle los 15 que lleva en Copa del Rey y los dos que hizo en la Europa League con el Betis, lo que eleva a 262 el número de goles que ha anotado el exbético hasta el momento, en los 578 encuentros en los que ha participado en ambas categoría con Las Palmas, Deportivo de la Coruña, Albacete, Racing, Nástic, Huesca, Rayo y Betis, los equipos por los que ha pasado en su dilatada trayectoria. Pasan los años, pero Rubén Castro no se cansa de hacer lo que mejor sabe: perforar la portería rival.