Suso, el extremo gaditano del Sevilla, aún no ha disputado ni un solo minuto en los dos amistosos que el equipo ha jugado en esta pretemporada contra Córdoba y Ceuta. Esta ausencia ha generado una serie de rumores sobre una posible marcha del jugador, ya que se le han presentado tentadoras ofertas económicas desde Arabia Saudita (Al Taawoun) y Qatar (Al Sadd). Sin embargo, desde el club sevillista aseguran que la decisión de no alinear a Suso se debe a precaución física.
La incógnita sobre la participación de Suso se mantendrá hasta el próximo miércoles, cuando el Sevilla se enfrente al Independiente del Valle en el Trofeo Antonio Puerta-Conmmebol UEFA Challenge Cup, que se llevará a cabo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Según cuenta el diario AS, en las últimas horas, el club ha afirmado que no ha recibido ninguna oferta formal por el jugador, y no tienen intención de dejarlo marchar a menos que reciban una compensación económica sustancial que ronde los ocho millones de euros apróximadamente.
Suso, cuyo contrato con el Sevilla se extiende hasta junio de 2025, llegó a Nervión cedido por el AC Milan en el invierno de 2020 y luego firmó un contrato permanente por aproximadamente 20 millones de euros. Aunque ha tenido altibajos durante su estancia en el club, en los últimos meses ha demostrado ser una pieza fundamental para el equipo, especialmente desde la llegada de José Luis Mendilibar como entrenador.
Pieza fundamental para el cuadro andaluz, pero no hay nadie intocable
A pesar de no ser titular de forma constante, la temporada pasada Suso participó en nada menos que 43 partidos oficiales con el Sevilla. Decidió encuentros clave, como el disputado en Mestalla contra el Valencia, que fue fundamental para la permanencia del equipo en La Liga. Además, mostró su calidad en la recta final de la Europa League, anotando un impresionante gol en el partido de vuelta de las semifinales contra la Juventus, cuando las cosas se veían difíciles. Posteriormente, contribuyó de manera destacada en la final frente a la Roma. Aunque no fue titular en Budapest, una vez más rompió su valía al salir desde el banquillo y ser decisivo.