El equipo de Klopp que aprendió a jugar al fútbol

Es cierto que en 2018, el Liverpool ya era una escuadra vistosa, llena de vértigo y gol… Mucho gol.

No obstante, la escuadra de Jürgen Klopp también lucía débil en la retaguardia, donde recibía muchos goles, además de poseer un mediocampo que sabía apretar, pero no jugar. Por consiguiente, daba la sensación de que los "Reds" tenían tres tenores en punta (Salah, Firmino y Mané), y nada más. Si quiera un portero serio, fiable.

Bajo esa etiqueta, los de Klopp se meterían hasta la final de la Champions en su edición 2017-2018, cayendo ante un Real Madrid que parecía ser muy superior... Y lo fue.

Hoy, un año después, el Liverpool no solo es el justo campeón de Europa; también es un equipo en toda la extensión de la palabra, que juega, defiende y anota, tal y como lo demostró en octavos de final frente al Bayern y lo ratificó a lo largo de los 180 minutos épicos contra el favorito Barcelona, de Messi, y en la final del Metropolitano contra el Tottenham.

Tal metamorfosis llegó gracias a una buena inversión monetaria. Y es que en Merseyside se pagó 65 millones de euros por un portero de garantías como Allisson, aunado a 45 por un mediocentro contrastado como Fabinho y otros 65 en un "box to box sensacional, hablando de Naby Keita, quien ha equilibrado a un 11 que lucía desbalanceado en el verano pasado.

Asimismo, si se peleó hasta el final en la Premier League se debió al fondo de armario en el ataque, donde Shaqiri, quien costó 25 “kilos” tras el Mundial de Rusia, brindó profundidad, gol y variantes cuando el mediático tridente no estaba presente.

Ahora, los estelares Van Dijk, por quien se pagó 85 “kilos” en el invierno de 2018, junto a Robertson, Salah, Firmino y Mané, siguen siendo fiables en sus roles, pero sabiendo que cuentan con complementos idóneos en pro de mantener la hegemonía en el viejo continente y volver a plantar un mano a mano de leyenda al City de Guardiola en la Premier.

Al margen de coronaciones, el Liverpool se ha graduado de señor equipo, en buena medida, debido a sus fichajes del verano anterior.